
Dentro de la hora de tutoría, he preparado una sesión de educación emocional a la que he titulado «El poder de la palabra». He comenzado explicándoles que algunos objetos, como la dinamita o los cuchillos se inventaron con un fin loable, pero que de vez en cuando se acaban utilizando como algo dañino y que eso también pasa con las palabras.
Acto seguido les he preguntado si les gusta que les digan cosas buenas y bonitas y han respondido que sí y les he preguntado por qué no se las dicen. Tras un silencio han salido varias ideas, en resumen: el clima general de la clase no lo favorece, temen burlas, no les nace porque creen que no van a ser correspondidos y, la más interesante, no están acostumbrados a escucharlas y han matizado: ni en casa, ni en la calle, ni la tele.
Entonces les he presentado una diana (la idea nace de un recurso que me ha compartido Tania @CandyR89) y unas flechas fotocopiadas en las que cada uno debería de escribir una palabra que le digan o que escuche y que no le guste y las hemos pegado en la diana. En la diana hay una inscripción que dice algo así como que hay palabras que son como flechas porque hacen daño. Cada uno de ellos, después ha pegado su flecha en la diana. Cuando están todas pegadas, los alumnos y alumnas se acercan y las pueden mirar y leer. Resulta interesante ver las caras que ponen, porque da mucha información.
En la última parte de la sesión, se les presenta un árbol desnudo y se les he repartido a cada niño un corazón que han de pintar de rojo y escribir en él una palabra que le gustaría que les dijeran (puede ser gracias, cariño, guapo, amigo…) y se doblan por la mitad los corazones y se pega en el árbol por la mitad, a modo de hojas, para darle un poco de relieve. Cuando están todas pegadas, de nuevo, se acercan y lo miran y leen. Al igual que en el paso anterior, dice mucho de ellos la expresión de sus caras y los comentarios por lo bajo que hacen al respecto.
Al final se puede hacer un poco de «fórum» comentando cómo se han sentido, qué palabras les gustan más y tratar de conseguir un compromiso de la clase.